06 noviembre 2007

La Sortija

A ver si esta vez hay suerte y le agarramos la mano a esto de los blogs.

Y se me ocurre una frase lapidaria: "No importa cuánto se mueva la mano, sí que haya vueltas de menos."

07 diciembre 2006

Raro Bicho Rojo

"Un aspecto exterior en contra de la norma social ejerce un efecto favorable sobre mi creatividad. La sociedad alaba a sus conformistas vivos y venera a sus rebeldes difuntos. El hombre se sitúa en una tensión entre la individualidad y el consenso del grupo. Si se conforma al grupo, es amado. Si sigue su propio camino, pierde la aprobación del grupo y se convierte en un original. Los grupos no inventan nada. Su existencia depende de un pensamiento conformista. Esa es la razón de que las invenciones sean más bien raras en un régimen socialista."

Günther Von Hagens, para Babab.

01 diciembre 2006

Urbanidad

¿(Del lat. urbanĭtas, -ātis).
1. f. Cortesanía, comedimiento, atención y buen modo.?
mentira...

(Del cast. urbanización + barbaridad).
2. f. Sumisión , silencio, cobardía, destrucción, prevaricación, cohecho, soborno, coima, depredación, PP, PSOE, UM...

De entre los necios y catetos, surgirá siempre una voz para decir: ¡Que bonito!

Un portero que se cree dueño del edificio

Eso, según un viejo chiste, era el resultado de mezclar a un argentino con un español.

Las oleadas de paisanos que se han instalado en España mantienen activa la verdad del mismo, pues hoy la mayoría de los radicados en la madre patria prefieren una compañera española a una oriunda: rompen menos los huevos, son menos histéricas y ponen pocas trabas a la hora de coger. Un amigo con tetas, vaya.

Los que llegaron casados, ellos, contemplan el escenario con cierta nostalgia, y sus jermus no paran de arrepentirse de haberse casado con ese changarín chamuyero en lugar de haberlo hecho con el yegoga del 2º, José Manuel, que aunque tiene menos onda, le tendría la neverita hasta los topes.

El hecho reciente del chicken run argento, no obstante, certifica aún pocos casos iberoargentos terminados en casorio y, menos aún, en descendencia mestiza. Hay proyectos más o menos serios, como el mío, pero me da la sensación de que antes o después nos sacan la ficha a todos, y con ella, la correspondiente tarjeta roja.

Lo curioso del caso que atendemos hoy es el mix de ciencia ficción y lo novedoso del mismo.
Una parejita argentina vuelve a Bs.As. desde Barcelona en estado de buena esperanza. Como en aquella escena del anuncio de Aerolíneas cuya voz en off decía "llevamos a tus viejos de vacaciones y te trajimos a vos con ellos" (mientras la imagen mostraba a una linda morochita tocarse con gesto maternal una pancita antes hinchada por los gases de la feijoada que se había morfado en Buzios que por la obra del marido, un pelado que aparece saludando a la cámara).

Lejos de hipotetizar si la preñada parejita -no se olviden que en estos tiempos modernos, él también se preña- mantuvo en Barcelona algún intercambio carnal (para mitigar los nervios de ir al frigorífico a buscar al pibe y esas cosas), el embrión que ya colea en el porteño útero es catalán y es un sobrante de personas que en su momento se sometieron a técnicas de fertilización asistida en una conocida clínica de la ciudad condal. Con el paso del tiempo, algunos embriones quedan olvidados y ahora la clínica los ofrece a quienes quieran adoptarlos.

Sin entrar a valorar la puesta en escena desde un approach religioso o moral (a mí me parece licitísmo), el asunto tiene su guasa y abre un interrogante. En la Argentina no hay una ley que regule qué ocurre con los 1300 embriones congelados depositados en los centros de fecundación asistida, que no son utilizados por las parejas para tener nuevos hijos.

La Justicia argentina debatió durante años si los embriones congelados tenían estatus de persona y si el Estado debía protegerlos para que no fueran descartados, vendidos ni utilizados en experimentos extraños. Tras mucho litigar, un fallo civil les reconoció aquel estatus y se designó un tutor para los embriones congelados. Sin embargo, el tutor renunció luego de un tiempo y el asunto sigue sin resolverse.

Hasta entonces, en el fondo de los congeladores hiberna el futuro aliento de Ñuls y las próximas camadas del San Isidro Club.

Interludio

Tenía tantas cosas para escribir y tan poco tiempo...

10 octubre 2006

Nos ganamos nosotros mismos

Leo en El Mundo de hoy sobre el España - Argentina:

"Los tres triunfos nacionales están espaciados en el tiempo. El primero se produjo en 1961 en Sevilla por 2-0, con goles de Del Sol y Di Stéfano. Once años después, durante la Copa Hispanidad, Asensi otorgó la victoria por la mínima al conjunto nacional. La última se produjo con Javier Clemente de seleccionador en 1995, en Madrid, con tantos de Pizzi y Guerrero para el combinado español y de Ortega para los argentinos."

02 octubre 2006

The Dead of Winter

Estoy leyendo un libro raro.

Trata sobre la dedicación que le ponen dos belgas a su tarea, que no es otra que encontrar, desenterrar, identificar y devolver a las familias los restos de soldados, principalmente estadounidenses, caídos (y no recuperados) en la llamada Batalla del Bulge.

Aunque a priori pueda resultar algo siniestro, lo cierto es que la labor tiene su recompensa, puesto que en todos los casos los 'recuperadores', junto a un equipo logístico formado por ex-combatientes y otros voluntarios, han localizado con un familiar directo del caído: viudas, hermanos, algún hijo que no llegó a conocer a su padre; todos se emocionan y manifiestan su gratitud hacia aquellos que facilitan el descanso eterno a su ser querido.

Desde niño me interesé por la 2ª G.M. escuchando las historias que me contaba mi querido Tata. He atravesado Francia varias veces y he tenido la oportunidad de visitar algunos campos de batalla y cementerios militares.

Mi novia dice que soy un poco freak, pero sigo emocionándome cada vez que veo una tumba de un soldado adolescente, que a los 17, 18 ó 19 años cruzó el atlántico para contribuir a la caída del nazismo.

Lo mismo me pasa en un cementerio alemán. Allí cambian los nombres, apellidos y simbología, pero el rango de edad es el mismo. Pienso en el yaciente teutón, posiblemente obligado a formar filas, o quizá un voluntario convencido por los discursos del Führer. Equivocado, puede ser, pero seguramente cargado de valor y de valores.

Mirando las lápidas pienso en lo que dejaron atrás: Quizás una novia, con ese look tan peculiar de las mujeres de los años 40, a la que despidieron con la promesa de volver pronto y sano. Quizás un hermano, para el cual eran un modelo a imitar, que se queda sin referente. Un padre que en su presunta hombría sufrirá a solas y en silencio la desaparición más insoportable. Un futuro cercenado lleno de sueños. Pienso en todo lo que se perdieron en estos años 50, 60, 70, 80, 90, 2000. Cohetes, Bikinis, Rock n´roll...

Leo las letras grabadas en las lápidas y me pregunto qué habrá sentido esa novia, o esa madre, o ese padre al despedir al hijo adolescente que marcha a la guerra. ¿Habrán guardado para siempre el calor corporal de ese último abrazo como recuerdo póstumo?, ¿quizás la humedad del beso de despedida en sus mejillas?, ¿quizás el olor a ese perfume (ya no usado) de quien partió?.
Que dolor el de esas familias y que desasosiego añadido el de aquellos que nunca recuperaron el cuerpo de su familiar caído.

Miro las tumbas y pienso también en lo irónico de nuestro presente.

Cuanta gente hipotecada hasta las cejas, por un tiempo similar al que transcurrió desde el final de la 2ª G.M. Gente que vive de espaldas a la muerte en un presente comodón, sin sospechar que mañana puede nacer un nuevo Hitler, un Stalin, o que la locura de fundamentalistas 'bien' como Bush o Aznar pueda alcanzar niveles impensados de fanatismo.

Gente cuya única meta es la de aguantar una imagen, un look, cuya importancia viene dada por la ausencia de valores más sólidos, como aquellos que defendieron hombro contra hombro hasta la muerte cientos de miles de chicos de 17, 18 ó 19 años provenientes de medio mundo.

Pienso y me pregunto, transcurrido este largo plazo, cuánto ha valido la pena su muerte y cómo en este mundo a veces injusto, tarde o temprano la historia volverá a repetirse.

19 septiembre 2006

Poesía a Falucho

La estuve buscando durante años.

Mi vieja recitaba las dos primeras estrofas solamente y yo quería saber cómo seguía. Hoy la encontré gracias, como no, a Don Google.

EL NEGRO FALUCHO
Rafael Obligado

Duerme el Callao
ronco son hace del mar la resaca
y en la sombra se destaca
del real Felipe el torreón

En él está de facción
porque alejarle quisieron,
un negro de los que fueron
con San Martín de los grandes,
que en la pampa y en los Andes
batallaron y vencieron

Por la pequeña azotea
Falucho, erguido y gentil,
echado al hombro el fusil
lentamente se pasea.
Piensa en la patria, en la aldea
donde dejó el hijo amado
donde su dueña adorada
lo aguarda triste y llorosa
y en Buenos Aires, la hermosa
que es su pasión de soldado.

Llega del fuerte a su oído,
rumor de voces no usadas
de ballonetas y espadas
agrio y áspero ruido
Un ¡Viva España! seguido
de un otro ¡Viva Fernando!
y está Falucho dudando
si dan los gritos que escucha
sus compañeros de lucha
o si está loco o soñando.

Abierta el ala luciente
hacia los mares batía
cuando Falucho que ansía
dar un viva a su manera
hizó nervioso a tirones
la azul y blanca bandera.

Por mi cuenta te despliego
dijo airado, y de esta suerte,
si a tus pies está la muerte,
a tu sombra muera luego.
Nació el sol. Besos de fuego
dióla en rayas de carmín.
Rodó el mar desde el confín
un instante estremecido
y en la torre quedó erguido
el negro de San Martín.

No bien así desplegados
nuestros colores lucían,
por la escalera subían
tropel los sublevados.
Ven a Falucho y airados
hacia el se precipitan.

¡Baja ese trapo! le gritan
¡y nuestra enseña enarbola!
¡Y es la bandera española
la que los criollos agitan!

Dobló Falucho entretanto
la oscura faz sin sonrojos
y ante aquel crimen sus ojos
se estremecieron en llanto.
Vencido al punto el quebranto
con fiero arranque exclamó:
¿Enarbolar esa yo,
cuando está aquella en su puesto?
Y un juramento fué el gesto
con que el negro dijo: ¡No!

Con un acento glacial
en que la muerte predicen,
¡Presenta el arma! le dicen
¡al estandarte real!
Rotos por la orden fatal
de la obediencia los lazos,
alzó el fusil en sus brazos
con un rugido de fiera
y contra el asta bandera
lo hizo de un golpe pedazos.

Ante tamaña insolencia
de una acción inesperada
la infame turba exitada clamó:
¡Muera el insurgente!
y asestados al valiente
cuatro fusiles brillaron.
¡Ríndete al Rey! le intimaron
mas como el negro exclamó:
¡Viva la Patria y no yo!
los cuatro tiros sonaron.

Uno, el más vil, corre y baja
el estandarte sagrado
que cayó sobre el soldado
como gloriosa mortaja.
Alegre diana la caja
de los traidores batía.
El Pacífico gemía
melancólico y desierto
y en la bandera del muerto
nuestro sol resplandecía.